La literatura tiene el poder de amplificar voces que suelen ser silenciadas, y Khaled Alesmael, autor sirio-sueco, ha hecho justamente eso. En sus libros Selamlik y Una puerta al mar, Alesmael narra las vivencias de hombres homosexuales y bisexuales en Siria y otros países del Medio Oriente. Estas obras, marcadas por la honestidad y el detalle, son un testimonio de resistencia, dolor y esperanza en contextos adversos.

El desafío de ser queer en Siria

En Siria, como en muchos países del mundo árabe, la homosexualidad no solo es un tabú social, sino también un delito legal. A través de su obra autobiográfica Selamlik, Alesmael nos transporta a la vida gay en Damasco antes de la guerra. Aunque la clandestinidad dominaba la escena, los encuentros en lugares como los hammams ofrecían momentos de libertad.

El autor narra cómo los hombres, desde campesinos casados hasta turistas, se encontraban en estos espacios para vivir su sexualidad en secreto. Sin embargo, la amenaza constante de ser descubiertos, vigilados o arrestados convertía cada momento en un acto de valentía.

Con el inicio de la guerra en Siria, la realidad se volvió más sombría. Alesmael relata su propia experiencia de huida tras perder su hogar y vivir los horrores del conflicto. Aunque logró llegar a Suecia, enfrentó nuevas formas de discriminación por su orientación sexual en los centros de refugiados, donde ser gay lo exponía al rechazo y la violencia.

“Una puerta al mar”

Tras el éxito de Selamlik, Alesmael recibió numerosas cartas de otros hombres queer, como la de un hombre que se hacía llamar “Barada”, en honor al río de Damasco. Estas cartas se convirtieron en la base de Una puerta al mar, un libro que combina relatos personales con entrevistas realizadas por el autor tras huir de Siria.

Las historias en Una puerta al mar son desgarradoras. Hablan de violencia, matrimonios forzados y abuso sexual, pero también de encuentros furtivos que se convierten en destellos de esperanza. Los hombres retratados en estas páginas enfrentan no solo la homofobia externa, sino también conflictos dentro de sus propias comunidades queer, marcadas por la desconfianza y las dinámicas de poder.

Por qué estas historias importan

La literatura de Alesmael no es solo un ejercicio de memoria; es una invitación a reflexionar sobre la vulnerabilidad de ser queer en contextos hostiles. Sus libros muestran cómo la guerra, el desplazamiento y la discriminación afectan desproporcionadamente a los hombres homosexuales y bisexuales, dejándolos expuestos al peligro físico y emocional.

Además, estas historias subrayan la importancia de apoyar a los refugiados LGBTQ+. Ya sea a través de la visibilización de sus historias o el apoyo directo, la solidaridad puede marcar la diferencia en sus vidas.

Empatía y la acción

Para los hombres homosexuales y bisexuales que leen estas obras, las historias de Selamlik y Una puerta al mar pueden resonar profundamente, ofreciendo una mezcla de reconocimiento y resiliencia. Pero estas narrativas también son un recordatorio para toda la sociedad: la libertad y la seguridad de ser uno mismo son derechos que deben ser defendidos universalmente.

Las vivencias documentadas por Alesmael nos interpelan a preguntarnos: ¿qué haríamos si fuéramos ellos? Su trabajo nos pide que no solo observemos, sino que actuemos para construir un mundo donde estas historias de dolor no se repitan.