El Moscow Times informa de que la película, protagonizada por Colin Firth y Stanley Tucci como parejas de larga duración que se enfrentan al diagnóstico de demencia de uno de ellos, fue autocensurada por los distribuidores de cine de ese país. “Al menos una escena en la que los personajes intentan tener sexo después de un diálogo dramático ha desaparecido de la historia”, informan los medios locales.

World Pictures, la distribuidora rusa de la película, cortó la escena debido a la preocupación de que los cines no proyectaran Supernova y de que pudiera desatar la polémica debido a los “excesos”, según el crítico Konstantin Kropotkin. Estos temores tienen su origen en la ley rusa de “propaganda gay”, que prohíbe la visibilidad del colectivo LGBTQ+ en lugares accesibles a los menores. Esta ley se ha utilizado para penalizar a personas y producciones por una amplia y a menudo vaga gama de violaciones.

En 2019, los distribuidores cancelaron las escenas de intimidad gay en Rocketman, el biopic de Elton John, debido a temores similares de infringir esta ley. Onward, de Disney, y Avengers, de Marvel: Endgame, de Disney, también recortaron los momentos homosexuales. Sin embargo, Supernova está clasificada para mayores de 18 años en Rusia, lo que impediría que los menores vieran la película a pesar de ello. Además, “está claro por el contexto, incluso después de la autocensura, que los personajes son una pareja”, informaron los espectadores a The Moscow Times.

Además de cortar una escena, World Pictures habría pedido a los críticos que eliminaran cualquier mención al término “gay” de las críticas. Ese intento “resultó contraproducente”, señaló el Times, ya que los críticos destacaron que la censura no hizo más que realzar la historia de amor de la película y las sentidas interpretaciones de sus actores.

Tras la censura de Rocketman, John y otros productores emitieron un comunicado en el que afirmaban “rechazar de la forma más enérgica posible la decisión de complacer las leyes locales y censurar Rocketman para el mercado ruso”. Calificaron el corte como “un triste reflejo del mundo dividido en el que aún vivimos y de cómo puede seguir siendo tan cruelmente inaceptable el amor entre dos personas”.