Los niños con padres queers se adaptan tan bien como los que tienen padres heteronormativos, según un estudio que se ha vuelto más polémico por lo negativo asociado a lo hetero que a la comunidad LGBTq+

Los niños y adolescentes con padres del mismo sexo están tan bien adaptados como los que tienen padres de distinto sexo, según un estudio realizado por la Dra. Mirjam Fischer y sus colegas del Instituto de Sociología y Psicología Social (ISS) de la Universidad de Colonia.

Padres Queers según el estudio.

Los resultados de la investigación se han publicado en la revista “International Journal of Environmental Research and Public Health”.

En este estudio, se comparó a 62 niños de seis a dieciséis años con padres del mismo sexo con 72 compañeros con padres de distinto sexo en lo que respecta a:

  • la conducta prosocial,
  • la hiperactividad,
  • los problemas con los compañeros,
  • la adaptación emocional
  • y los problemas generales de comportamiento.

Estudios anteriores han demostrado que los padres del mismo sexo se enfrentan a importantes factores de estrés relacionados con su orientación sexual, como experiencias de prejuicios y contextos legales insolidarios.

Por término medio, este estrés añadido provoca una disminución de la salud física y mental de los padres del mismo sexo, lo que a su vez podría provocar problemas de adaptación en sus hijos.

Rechazo y dogma

Los nuevos hallazgos muestran claramente que las familias homosexuales tienen fuertes estrategias de resiliencia para proteger a sus hijos de los obstáculos legales y el rechazo de la sociedad.

Por ejemplo, los padres crean un entorno en el que sus hijos reciben el aprecio y el reconocimiento de los demás y en el que otras familias del mismo sexo proporcionan modelos positivos.

Sin embargo, no debería ser necesario en primer lugar que los padres tuvieran que desarrollar estas estrategias”, dijo Fischer.

Muchos ya lo han certificado

El estudio se basa en datos de encuesta únicos procedentes de los registros civiles holandeses y, por tanto, ofrece resultados representativos de las familias con padres de entre 30 y 65 años.

  • Las conclusiones coinciden con un gran número de resultados de investigaciones no representativas.

Los investigadores, por tanto, recomiendan que la investigación y los responsables políticos se alejen de las comparaciones basadas en el déficit entre las familias del mismo sexo y las de distinto sexo.

En su lugar, los servicios de apoyo a las familias del mismo sexo deberían basarse en sus estructuras de resiliencia existentes y reforzarlas aún más.