Christian Awhan Hermann nació en Berlín en una familia no musulmana y ha saltado a la palestra porque presenta una nueva visión para el islam proclamándose como el primer imán gay.
Hermann cree en un islam que puede convivir con las leyes, los derechos humanos y la Constitución alemana.
Algunos musulmanes alemanes lo comparan con el imán francés de origen argelino, Ludovic-Mohamed Zahed, quien también es defensor de un Islam tolerante donde caben todos.
Al igual que Hermann está amenazado de muerte por los desacatos a la religión que incluye la división según el sexo, en el rezo.
Hermann afirma que el Corán no condena explícitamente a los homosexuales aunque muchos musulmanes ortodoxos que temen a ser castigados como en Sodoma y Gomorra.
Se convirtió hace 3 años, luego de conocer una mezquita liberal de un barrio al oeste de Berlín y tras asistir a uno de los cursos de Zahed donde conversaba de la necesidad de luchar con las armas del Corán contra los más ortodoxos. Afirma que sus predicciones son de paz, tolerancia, humanismo y respeto.
Asumió a Zahed como su maestro y a su mujer, Seyran Ates, como sus ejemplos más cercanos de tolerancia.
Ambos imanes realizan sus oraciones en las mezquitas donde son bienvenidos todos los musulmanes, independientemente de su forma de vestir, sexo o preferencia sexual, es decir, hombres y mujeres oran juntos en el mismo lugar. Las mujeres no son obligadas a portar el velo.
Un imán con apariencia de OSO MADURO y sin mezquita
Aunque se autodenomina Imán, los más ortodoxos lo desconocen como tal por sus ideas progresistas. No respetan su autoridad, le envían insultos y amenazas, pero él las ignora, prefiere multiplicar las enseñanzas del Corán.
Hermann, de 50 años de edad, considera que la sexualidad y la fe son distintas cosas, por lo que no se debe colocar al hombre a elegir entre dos identidades. Estas exclusiones provocan que muchos se alejen de la religión.
A falta de mezquita, fundó Kalima, una asociación para dar espacio y voz a quienes se sientan discriminados, en especial los de la comunidad LGTB quienes son marginados por la comunidad musulmana.
Estos necesitan apoyo psicológico y emocional, por lo que en su mezquita ofrece un Islam respetuoso, tanto con los derechos humanos, las leyes y Constitución alemana.
Este imán gay, es un predicador nómada por lo que considera a Alemania como su mezquita.
Cada viernes asiste a un templo distinto para conocer nuevos imanes y musulmanes. Esto le ha dado la fama para obtener un millón de seguidores en Facebook, entre ellos mucha mujeres y musulmanes de varias latitudes del mundo como Pakistán.
Asegura que las mujeres acuden a él porque desean divorciarse y en Alemania no hay quien lo haga, aunque el Corán permite la separación cuando existe infidelidad o violencia de género.
Sus clases las imparte por la plataforma Skype y ha iniciado una campaña para obtener fondos para su asociación Kalima, pues confiesa tener dos sueños: 10 millones de euros para una mezquita y un hombre para compartir el resto de su vida.
El “pueblo de Lut” / LGBTIQ * en el Islam
Mi camino al Islam
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