Como comentábamos en la entrega anterior sobre la LGBTfobia en el deporte, la falta de referentes gays, lesbianas o trans en las diferentes disciplinas deportivas brillan por su ausencia.
Ya sea por el temor del atleta a perder patrocinantes, ser víctima de acoso en los estadios, rechazado por colegas, familiares y vecinos, son numerosos los casos de deportistas que prefieren mantener su preferencia sexual para evitar ser escrachados en público ante miles de seguidores o en privado, cerca de sus hogares o lugares donde hacen vida.
En el deporte femenino la situación es distinta, quizá porque una de las premisas considera a los gays débiles y vulnerables para practicar cualquier deporte y por tanto supone que las mujeres atletas son lesbianas.
Es probable que esta suerte de invisibilidad sea lo que protege a las féminas en el deporte y por lo que el escarnio sea más moderado.
Más lesbianas declaradas que hombres
Cualquiera que sea la razón, el número de lesbianas en el deporte que han tenido la valentía de asumir su preferencia sexual es mayor al de los hombres.
Recordemos a Matina Navratilova, cuando en 1981, tras haber salido de Checoslovaquia, declaró a New York Times que era lesbiana.
En Checoslovaquia, su país natal, los gays son considerados enfermos mentales por lo que eran trasladados a asilos; las lesbianas nunca salían del clóset. En ese mismo año, la también tenista, Billie Jean King, se declaró lesbiana.
Ambas en las cimas de sus carreras abrieron el camino para Gigi Fernández, Novotna, Mandlíková y Mauresmó, quienes siendo unas niñas crecieron viendo a sus ídolos jugar y teniendo vidas regulares como los heterosexuales, con sus altas y bajas.
La mayoría se pregunta por qué hay tantas lesbianas en el tenis. La respuesta es fácil: no es que haya más que en el resto de los deportes sino que se han tenido mucho más referentes; que han demostrado que no es ningún pecado mantener en el anonimato su preferencia sexual y que no hay motivos por los que deben esconderse.
Lo mismo ocurre en el fútbol o el baloncesto. La futbolista Megan Rapinoe y la basquetbolista Elena Delle Donne de la WNBA, han declarado abiertamente ser lesbianas.
Mapi León primera en salir del clóset
En España, la futbolista del FC Barcelona, Mapi León, reveló a través de su cuenta Twitter que era lesbiana.
Este hecho causó resquemor porque es la primera mujer del fútbol español por quien se pagó traspaso, al igual que Fashanu.
Mientras en el fútbol femenino en materia LGTBI está en el siglo XXI, el masculino se mantiene en el pasado.
Está en vigencia el consejo de Philipp Lahm en su nuevo libro “El juego: el mundo de del fútbol”; no revelar su preferencia sexual para evitar comentarios, porque ni los fanáticos ni los atletas son lo suficientemente maduros para aceptarlo.
El fútbol no suele ser uno de los espacios más acogedores para los homosexuales, al contrario es hervidero de discriminación y homofobia.
Por tanto, el discurso de Lahm, que conoce el entorno desde adentro, está en sintonía con lo que la mayoría prefiere: evitar la exposición para no comprometer su carrera profesional.
Te puede interesar: https://estarporahi.com/2021/02/26/ley-trans-frenada-por-los-discursos-de-odio/